Los estilos cognitivos hacen referencia a diferentes modos de percibir, recordar y pensar, o a maneras distintas de descubrir, memorizar, transformar y utilizar la información; reflejan regularidades de procesamiento de información y se desarrollan en sintonía con tendencias significativas de la personalidad, ya que se infieren a partir de las diferencias individuales en la manera de organizar y procesar los datos informativos y la propia experiencia.
Son conjuntos de rasgos estables intelectuales, afectivos y emocionales mediante los que una persona interactúa en un ambiente de aprendizaje. Integran habilidades cognitivas y metacognitivas.
Aunque no existe un acuerdo a la hora de definir el término “estilo”, la mayoría de los autores admiten que cada persona tiene una peculiar manera de percibir y procesar la información (lo que sería su estilo cognitivo).
Los estilos cognitivos, tratan de conocer más a fondo las estrategias cognitivas para tratar la información y ayudar a los alumnos a reflexionar acerca de cómo mejorar su propio trabajo (son tareas cruciales para el docente interesado en mejorar su intervención). Los estilos cognitivos tienen importantes aplicaciones en el campo educativo, ya que los procedimientos educativos se pueden adecuar en función de estos estilos. Algunos de ellos son:
· Dependencia - Independencia de Campo (DIC): Modo de percibir la realidad dependiente o independiente del contexto. Las personas que tienden a percibir la información de manera analítica y sin dejarse influir por el contexto se denominan independientes. Los dependientes perciben de manera general e influidos por el entorno y el contexto. En situaciones de aprendizaje, los independientes de campo tienen una mayor predisposición para las ciencias y las matemáticas; y los dependientes a las ciencias sociales y relaciones personales.
· Conceptualización y categorización: Hace referencia a la forma en que una persona asocia o agrupa una serie de objetos, conceptos o informaciones.
· Reflexividad - Impulsividad: Dimensión que se relaciona con la rapidez para actuar y resolver situaciones problemáticas. Junto a la rapidez encontramos la eficacia. Los individuos que actúan de manera impulsiva, responden más rápidamente, pero cometen más errores; los reflexivos analizan las respuestas antes de darlas, tardan más, pero son más eficaces.
· Nivelamiento - Agudización: Al percibir algunas personas destacan los elementos comunes y semejantes, y tienden a minimizar las diferencias (nivelamiento); mientras que otros resaltan las diferencias y minimizan los rasgos comunes (agudización). Los primeros tienen más facilidad para pruebas tipo ensayo, los segundos para pruebas de tipo objetivo.
· Sensorial - Intuitiva: la primera distingue cómo seleccionan las personas la información que admitirán en su memoria de trabajo a partir del volumen de datos que les llega a través de los sentidos; la segunda hace referencia a la retención que surge internamente a través de las ideas, la memoria, la imaginación o la reflexión.
· Activa - Reflexiva: Indica la tendencia de aprender mediante la experimentación, la manipulación o la acción. En contraposición, aparece la tendencia a aprender más de los procesos introspectivos o de la reflexión propia.
· Analítica - Holística Secuencial - Global: la primera sería la tendencia a organizar la información en partes o en todos. Mientras que en la dimensión global, se tienden a percibir las situaciones como un todo, procediendo del conjunto a las partes. En la dimensión secuencial se tienden a percibir fragmentariamente las situaciones y a proceder inductivamente.
· Convergente - Divergente: El convergente es el sujeto que obtiene mejores puntuaciones en un test de inteligencia que en un test de final abierto, y divergente es el sujeto que puntúa más en un test final abierto que en un test de inteligencia. El convergente se concentra en los aspectos impersonales de su cultura, expresa con cautela sus sentimientos, reacciona a los problemas controvertidos de manera estereotipada, se siente molesto con la ambigüedad y manifiesta actitudes convencionales y autoritarias.
Con relación a los estilos surgen algunas cuestiones pedagógicas que preocupan hoy a los educadores. En primer lugar, la modificación de los estilos cognitivos. Es evidente que si se pueden adquirir, también se pueden modificar a través de situaciones de aprendizaje adecuadamente estructuradas. La cuestión está en las condiciones de esa modificación y en los resultados para el conjunto de la personalidad, pues ciertos estilos pueden convertirse en hábitos profundamente arraigados de la personalidad, o pueden estar funcionando como mecanismos de defensa que el sujeto utiliza eficazmente para tratar de dominar la ansiedad, y la modificación del estilo deja al sujeto desamparado y en trance de organizar otros mecanismos de carácter adaptativo.
Por otra parte, es importante tener en cuenta el importante papel que juegan los estilos cognitivos en el proceso del aprendizaje escolar y el poco esfuerzo que se ha desplegado en ayudar a los estudiantes a modelar sus propios patrones de conceptualización y de pensamiento, en comparación con los esfuerzos dedicados a la transmisión de contenidos, cuando se sabe que los fracasos del aprendizaje no vienen tanto de los fallos de memoria, sino de la pobreza de los sistemas de percepción y asimilación del material que se debe aprender.
Los rasgos afectivos, la disposición hacia el aprendizaje, las motivaciones, las expectativas, etc., influyen decisivamente en el proceso de Enseñanza - Aprendizaje y en los resultados académicos. También los rasgos fisiológicos y la manera que tienen los alumnos de percibir éstos condicionan los aprendizajes y la actitud hacia ellos.
Estilos de aprendizaje.
"Los estilos de aprendizaje son los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo los alumnos perciben interacciones y responden a sus ambientes de aprendizaje". Keefe (1988).
P. Honey y A. Mumford (1.986) consideran el aprendizaje como un proceso circular de cuatro etapas que corresponden a su vez con cuatro estilos de aprendizaje:
· Estilo Activo: Son personas abiertas, entusiastas, sin prejuicios ante las nuevas experiencias, incluso aumenta su motivación ante los retos.
· Estilo Reflexivo: Son individuos que observan y analizan detenidamente. Consideran todas las opciones antes de tomar una decisión. Les gusta observar y escuchar, se muestran cautos, discretos e inclusa a veces quizá distantes.
· Estilo Teórico: Presentan un pensamiento lógico e integran sus observaciones dentro de teorías lógicas y complejas. Buscan la racionalidad, la objetividad, la precisión y la exactitud.
· Estilo Pragmático: Son personas que intentan poner en práctica las ideas. Buscan la rapidez y eficacia en sus acciones y decisiones. Se muestran seguros cuando se enfrentan a los proyectos que les ilusionan.
Cada persona tiene su particular estilo de aprendizaje. Es importante que el docente los conozca para poder favorecer el proceso de Enseñanza - Aprendizaje.
Asimismo, algunos autores destacan la influencia del predominio sensorial en los Estilos de aprendizaje, es decir, las preferencias de unos sentidos frente a otros para captar, interpretar y memorizar la información. Se distinguen:
· Visual o icónico: en el alumno predomina la memoria visual y facilita el pensamiento espacial.
· Auditivo o simbólico: Facilidad pasa usar el canal auditivo y favorecer el pensamiento verbal y simbólico.
· Cinético: Propio del pensador motor.
Cristina Muñoz.
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